domingo, 6 de noviembre de 2011

El poeta ANTONIO GAMONEDA ha recibido los premios más altos con que se galardona la poesía en España el Reina Sofía y el Cervantes de Literatura 2006

ANTONIO GAMONEDA, “REALMENTE HAGO

MI POESÍA DESDE EL DESCONCIERTO”.


por Manuel Quiroga Clérigo


EL POETA OVETENSE-LEONÉS HA SIDO

GALARDONADO CON LOS PREMIOS REINA SOFÍA

DE POESÍA Y CERVANTES DE LITERATURA 2006.


Dice Nicanor Vélez que “en la poesía de Antonio Gamoneda, quien ha recibido los premios más altos con que se galardona la poesía en España el Reina Sofía y el Cervantes, se tensa la memoria y la historia”. Días de gloría y rememoraciones líricas para el autor de “Blues castellano” nacido en Oviedo en 1931 y residente desde casi siempre en la capital del antiguo Reino de León. En los momentos en que estaba recibiendo el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, que cuentan en su haber importantes creadores líricos de uno y otro lado del Atlántico como el chileno Gonzalo Rojas, Antonio Gamoneda tuvo la grata noticia de la concesión de la distinción más alta de las letras hispanas como reconocimiento al conjunto de su obra poética, la cual, además de otras importantes ediciones, se encuentra reunida casi en su totalidad en el tomo titulado “Esta luz (1947-2004)”, publicado por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores (Barcelona 2006).



Soledad González Ródenas, una interesada por la obra de Juan Ramón Jiménez y buena conocedora de la poesía española del siglo XX afirmaba que “Gamoneda continúa haciendo de la poesía un premio para él y para todos nosotros”, ya que el autor que podría situarse dentro de la nómina de los poetas de la llamada Generación del Cincuenta, aunque su estética y su poesía difiera en gran medida de la labor creadora de otros miembros de dicha Generación, sí puede ser considerado un autor de voz propia, de profundas convicciones humanas y de honda raigambre emocional . Sus versos luminosos y realistas sacan a relucir la vitalidad de un entorno abocado al sufrimiento pero donde la belleza, sobre todo, aún ocupa un lugar importante. El propio Gamoneda ha dicho, hablando de Juan Ramón Jiménez, que el pensamiento poético es música en su origen Simbolismo y honestidad jalonan sus poemas, a veces tiernos y otras irreverentes, pero siempre pletóricos de vida y, acaso, de esperanza. “Tus manos fueron suaves en las mías/-escribe-y sentí al tiempo la gravedad /y que vivías en mi corazón./Todo era verdad bajo los árboles,/todo era verdad”.


-Antonio, ¿cuál sería tu definición de la poesía?.


-Bien. Siempre digo que todas las definiciones de la poesía son malas. Y en ese caso creo que la mía debe ser la peor definición de todas. Pero, de cualquier manera, yo diría que es un arte de la memoria, que es la construcción de unos objetos artísticos cuya materia prima es el lenguaje. Y luego, en la zona digamos negativa, yo afirmo que la poesía no es literatura en sí misma. Más o menos esas serían mis definiciones, aunque sé todas son malas.


-¿Hacia dónde nos conduce la poesía en estos tiempos confusos?.


-Con la poesía se establece una relación se establece una relación solitaria que es imposible de lograr con otros medios.


-¿Te preocupa el futuro, lo que pueda quedar de la poesía en el devenir, lo que puedan leer las generaciones posteriores?.


-Pienso que, pesar de que existan medios poderosos de comunicación estética, no van a conseguir que la poesía quede en el recuerdo y luego en el olvido. En este sentido no me preocupa demasiado el futuro.


-El filósofo zamorano Agustín García Calvo ha dicho que “estamos condenados la incertidumbre”. ¿Que opina un poeta de esta frase, a qué nos lleva la poesía: a la incertidumbre o, más bien, a la esperanza?.


-La poesía nos lleva a casi todas las partes. Llamo partes a la incertidumbre y, también, a la esperanza. A mí me ha colocado muchas veces en la incertidumbre, y he dicho que mi poesía es un canto de perplejidad. Ya estamos ahí en la incertidumbre. Y en cuanto a la esperanza, no me sobran los momentos en que la poesía me ha llevado a ellos. Pero sí puedo decir que he tenido algunos de esos momentos y, en fin, a la existencia de la poesía tengo que agradecer esos momentos de esperanza.


-¿Hasta qué punto la política o las relaciones personales o sociales, el entorno del poeta, puede perturbar o alentar a la poesía?.


- Puede suceder ambas cosas. Ahí está la poesía social y, asimismo, incluso la poesía antisocial, que también existe. Pero realmente yo pienso que si el compromiso debe ser de la poesía, y no del poeta, afirmo que también ese tipo de perturbación puede existir, aunque los poetas debe estar con cuidado para corregirla, para que deje de tener lugar.


-¿Qué importa más al poeta: el mundo de los afectos, la soledad, el universo de los demás?.


-La poesía es un arte de soledad, de solitarios. Pero todo en la poesía tiene un valor, tiene unos tamaños que se los concede el propio poeta en cada momento.


-¿Cómo es, o debe ser, la relación del poeta con los editores, con los críticos, con el mundo del libro: es una relación necesaria y cómo ha de ser llevada a cabo?.


-En mi caso tengo buena relación con todo el mundo, pero escasa. Soy un poeta provinciano, vivo en León y en el aparato literario no tengo un lugar concreto. Y tampoco lo echo mucho de menos.


-¿Qué diríamos de los premios: alientan, estimulan?.


-Pienso que sí. Lo que ocurre con los premios es que a veces se dan mal. Pero creo que la poesía está un poco fuera de las leyes del mercado necesita algún tipo de incentivación, y los premios de alguna manera lo son. Aunque tal vez esta incentivación sea más bien para los jóvenes.


-Hablamos de la poesía sobre todo en España, de la que escribe en Asturias, en León: ¿tenemos una geografía lírica adecuada?.


-Tenemos una geografía lírica en cualquier parte, siempre que seamos capaces de interiorizarla. Esa interiorización es la que convierte el paisaje, la naturaleza, en algo lírico.


-¿Hay que creer en las generaciones, en la nómina de poetas que existen en un momento y que se consideran cercanos a otros poetas?-


-No creo en las generaciones.


-“Esta luz”, es un libro que aúna casi sesenta años de producción poética, ¿qué es para su autor?.


-Es una culminación. Pero también es algo que me produce algo de miedo. A veces temo que puede ser una manera de cerrar la tienda. Yo tengo mis años, el libro tiene muchas páginas…


-Tus versos están llenos de metáforas, de imágenes, de ciertas visiones, como lo que leemos cuando hablas del ferrocarril de Matallana, con esos ríos, paisajes vacíos, trenes que vuelven, trenes que van, algo descarnado incluso.


-No me preguntes por el imaginario de mi poesía. Realmente hago mi poesía desde el desconcierto, desde la ignorancia y no sé contestar a eso. Tú me hablas de cosas que están en mis versos y tengo que admitir que las utilizo.


-Jorge Luis Borges dijo que “uno se expresa con palabras a pesar de ellas”, ¿crees que es así?.


-No, no. Uno se expresa gracias a las palabras.


-¿Es el silencio una parte obligada de la vida del poeta, de la construcción del verso: es la soledad su escenario?.


-Tiene un lugar. Y es un lugar importante en el curso de la elaboración y de la vivencia poética. Pienso que esa importancia nos ayuda a cargar las baterías.


-Hay muchos poemas algo desolados, ¿ es tu mundo un espacio desolado, donde se existen las pérdidas, el dolor…?.


-No pudo negarlo. Sí, lo es.


-En tu producción hay otros libros, otros sueños, como hay tu labor importante a favor de la poesía como fue tu trabajo al frente de la Colección Provincia de León y otras aportaciones dignan de ser destacadas. Echamos en falta, por ejemplo, los versos de “El libro de los venenos”, pero Miguel Casado ha dicho algo muy bonito al hablar de la existencia en tu poesía de “un aliento platónico”. ¿Crees en la filosofía como parte de la existencia, como parte fundamental del pensamiento?.


-Sí, claro que creo en ello. Y creo en el cuestionamiento de la propia filosofía. A veces la vida es la que demuestra, incluso, la falsedad de cierta filosofía, de alguna filosofía. Pero es una forma elevada de pensamiento. Y opino que pensar es una de las cosas mejores que puede hacer el hombre.


-¿Y qué diría un poeta experimentado al poeta joven, a los jóvenes?.


-Que escriban.


Manuel Quiroga Clérigo

(PUBLICADO EN “EL ARGONAUTA”, DIARIO DE ÁVILA, 8-12-2006).


FUENTE: el presente reportaje me lo envió su

autor, Dr. Manuel Quiroga Clerigo, sociologo,

poeta y ensayista español residente en Madrid.

a quien agradezco y felicito por su labor de

difusion de los escritores y poetas españoles.


Lic. Jose Pivín

Editor/Director de la revista digital 'PAGINA 1'.

Suscripción gratuita: pagina1@gmail.com


Todos los libros y obras de Antonio Gamoneda




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