jueves, 6 de junio de 2013

LIBROS: JULIO PAVANETTI: “¿ES QUE ACASO SOY OTRO CUANDO ESCRIBO?”. AUTOR DE “¡ATENCIÓN!. PUEDE CONTAMINAR”.EDITORIAL GERMANÍA, ALZIRA (VALENCIA) 2012, 115 PÁGS.




 Por Manuel Quiroga Clérigo,

A veces la poesía es crítica, otras es necia. Prefiero los poetas que escriben de la primera manera. En un mundo cautivo del capitalismo, de los políticos estúpidos y de los alemanes sagaces algo tendrá que decir la poesía. Hartos de criminales que ocupan el poder fraudulentamente y se mueren en su cama tan ricamente y de usureros que en diez minutos asaltan las bolsas y los bancos de todo el mundo y se llevan nuestros ahorros, tal vez sea oportuno recordar dos bellos versitos, simples, que nos dicen: “La bolsa o la vida,/matar o morir”. Y ya estamos aquí. Esos versos son de un escritor nacido en Montevideo en 1954, Julio Pavanetti, pero tan español como Vicente Aleixandre, porque maneja el lenguaje con una belleza y una vitalidad impresionantes

 De su inmensa labor como poeta podemos destacar las antologías que ha preparado para el Liceo Poético de Benidorm, del cual es Presidente, además de ser Representante de ese lírico Movimiento Cultural aBrace de Uruguay y Delegado Cultural de la Unión Hispanoamericana de Escritores. El llevar viviendo en nuestro Mediterráneo años y años, antes como digno empleado de banca y ahora como eficaz propagandista del mundo de los sueños, nos permite conceptuarle como un genial escritor que no tiene pelos en la pluma ni reparo en el ordenador a la hora de cantar las verdades, que son muchas. Si además alguien acude a una de las presentaciones de su poemario titulado “”¡Atención!. Puede contaminar” se hará una idea cabal de su entusiasmo por la lírica escrita y por la vida en su versión crítica. Antes de este libro publicó “La espiral del tiempo” en edición bilingüe castellano-rumana, ha participado en numerosos encuentros y festivales de poesía internacionales y sigue siendo Miembro de Instituciones tan importantes como la vetusta Asociación de Escritores y Artistas Españoles (conocida en Madrid como “la de Leganitos”), la Unión Mundial de Poetas y el World Poetry Movement.


José Carlos Rovira de la Universidad de Alicante dice, en la introducción del libro que nos ocupa: “Escribe Pavanetti sin una pretensión de trascendencia, aparte de la cotidiana, y deja claro que lo hace porque le gusta, en una vocación de sencillez expresiva que puede sorprendernos. Detrás de ella hay elaboración, ritmos y palabra, que es abrumadora aunque se deslice hacia lenguajes inmediatos”. Inmediato es su poema “Arte poética” donde podemos leer, por ejemplo: “No escribo como otros para una élite/con lenguaje y mensajes rebuscados”, lo cual es tan cierto como esta crisis que nos consume pero, además, añade que “No espero que los críticos me alaben/ni persigo los premios como un fin,/tampoco me obsesiona el publicar”. Total que es de apreciar que sus deseos a veces se desoigan porque ese escribir para todos es lo que permite, casi siempre, que la poesía llegue a cualquier lector. El propio José Hierro ya admitía que se vende poca poesía pero se lee mucho. Los poetas son, somos, individuos hechos a la soledad del escritorio, a la contemplación del paisaje y al infortunio del amor pero siempre cercanos a un bolígrafo y a un atardecer, como si lo demás poco importara y si pudiera importar sería igual porque ya hemos visto que las ilusiones que se podrían haber convertido en bienestar se han esfumado al socaire de los ávidos ladrones de lo ajeno, desde los euros hasta la fantasía de ver edificado un mundo sosegado y cordial. Y de los sesudos críticos, supuestamente académicos,  mejor no esperar nada pues suelen formar una especie de sindicatos o masonerías capaces de transformar su mundo, alabarse unos a otros, arramplar con premios y distinciones incluso con asalto consentido a las bondadosas instituciones culturales que creían, y lamentablemente, siguen creyendo en su honradez; así podemos ver verdaderos engendros de novelas, libros de ¡¡consulta!! o viaje, poemarios, etcétera, escritos por mamarrachas y mamarrachos que no saben leer ni un guión de televisión ni decir cónyuge (algunos han sido finalistas del Planeta y firman sus libros en la planta noble de El Corte Inglés). Total que la poesía y los poetas que preferimos militan en otras divisiones, tal vez en la de la sinceridad, en aquella que mira el espejo de los afectos y descubre la belleza de un nido de cigüeñas, que algunos serían capaces de dinamitar como el Recio, pescatero hijodesatanás de esa serie tan instructiva de teleberlusconi titulada “La que se avecina”. Y en a división de la sinceridad y la ilusión todavía quedan creadores capaces de transformar los territorios de la palabra como Julio Pavanetti, tan uruguayo como el tan humano escritor, poeta y persona nacido en Paso de los Toros, junto al inmenso y gratificante Río Negro, llamado Mario Benedetti. Pavanetti nos dice que “La realidad se ha vuelto insoportable” en su poema “Mi lugar” y ello le lleva a vivir por encima de esa realidad a analizarla. Como escribe en “Montevideanos” “Cada día se le iba haciendo más difícil soportar su curiosidad”, y es que desde el comienzo de su andadura de poeta, seguramente, el universo de su cercanía tiene tantos recovecos que únicamente la palabra, la intención, los afectos, son capaces de hacerle soportar ese entorno a veces vacío, interminable, oscuro: “¿Es que acaso soy otro cuando escribo?-se pregunta Pavanetti- ¿O es sólo entonces cuando soy yo mismo?”. Ese es el reto del poeta, del creador, ser él mismo, someterse a las exigencias de esa conciencia abierta a la verdad, pues ya el poeta Tomás Segovia que sólo en la poesía está la verdad, el flanco abierto de la realidad, de la sinceridad, de la vehemencia. Y de ello viven los lectores, quienes confían en la honradez y la inspiración de esos fabricantes de sueños pues, como dice el Antonio Gamoneda, “leer es vivir dos veces” pero también, según expresión de la narradora Marian Izaguirre “Un día sin leer es un día perdido”. Así que ante los interrogantes del poeta uruguayo/español  escribir puede conformar dos distintas personalidades, es decir el ser y el no-ser pero ambos encierran el mismo imperativo, es decir el de entregar a los demás su propia experiencia para compartirla y hacerla más vital si cabe. Su poema titulado “Palabra” dice: “De todos los ríos/la palabra/es el único que/inaudible/regresa a los vitrales del mar/resonando”. Así se van edificando las catedrales de los afectos, los resquicios de la comprensión, los escenarios del diálogo, tal falto en estos tiempos de carestías y de violencias. En este libro hay poemas completos como el soneto dedicado, precisamente, “A Miguel Hernández”, descarnado, realista, humano: (“Ni siquiera tuvieron que matarte./Te llevaron a cárceles muy frías/donde con llanto sordo, tu escribías/para pintar de versos tu estandarte…” o el titulado “Terapia” donde confiesa su arrimo a determinada manera de expresar su inspiración: “En ciertas ocasiones los sonetos,/con su estricta ordenanza medidora,/me sirven de terapia natural”. Y es que en estos momentos de gran incertidumbre, donde asistimos impotentes al inmenso latrocinio que son los gastos del estado, en particular los de defensa (“si no nos invaden los moros”, dice un espabilado vecino mío) la poesía, la lectura, la cultura nos sirven, más que terapia que también, de ayuda, de compañía y de bálsamo. Gracias, en este caso, Pavanetti por tus versos.  Antonio Mula Franco, de la Universidad de Alicante, en el prólogo a este libro que su autor “reivindica, ´porque le gusta escribir´, la soledad de la escritura, la eternidad de los poetas a través de su recuerdo, el replanteamiento del porqué de ser poeta y el porqué de la poesía, el marginal deambular de la palabra que capta el instante cuando el reloj humano se ha parado en connivencia con la memoria…”.



Y ya comentamos, si cabe escuetamente, el exacto contenido de tal interesante poemario, distribuido en tres grandes apartados. El primero, “A solas con mis versos” sería una reflexión del poeta en torno a sí mismo, a su relación con el mundo y con el resto de los poetas con los que trata en sus encuentros y viajes. El poema más significativo sería, para quien esto escribe, “Sobre la mesa...”: “Sobre la mesa del poema/despliego el cálido mantel/que tapiza ese instante misterioso./en el que yo me quedo/a solas con mis versos”. “Versos en el viento”, segundo grupo,  se forma de dedicatorias a maestros de la poesía como Miguel Hernández, Federico García Lorca, Antonio Machado, Antonio Zitarrosa (“Su canto era una larga melodía/abierta a lo que el pueblo vive y siente”. De la tercera parte, “Poeta a oscuras”, casi autobiografía del poeta, inventor de eternidades, nos quedamos con el poema completo titulado “La vida del poeta: “Viva y heterogénea cada día,/así ha de ser la vida del poeta./En la casa de la monotonía/que se muere-transida y obsoleta-/no habita ni una sola poesía”. Total que si es verdad que la labor del poeta puede contaminar que sea, lógicamente, para bien, para impregnar de su filosofía a estas sociedades abiertas al materialismo más absurdo y cerradas, aún o todavía, a la claridad de los valores del espíritu y los cauces brillantes de la cultura. Bienvenidos sean estos versos y su profundo itinerario de claridad y vehemencia.

Manuel Quiroga Clérigo

Majadahonda, 3 de junio de 2013.

fuente: recibido directamente del Autor, 
mi amigo Manuel Quiroga Clérigo, al que
agradezco y felicito.

Lic. Jose Pivín
Editor de este Blog.





Manuel Quiroga Clérigo.
(Madrid, 1945).
Licenciado en Psicología Social, Estudios de Derecho ( U.C. de Madrid).
Doctor en Ciencias Políticas y Sociología (Universidad Complutense de Madrid).
Tesis Doctoral: LA CRITICA LITERARIA COMO FENÓMENO SOCIOLÓGICO).
Crítico literario y de cine, narrador, autor dramático. Poeta.

Ha participado en Congresos, Simposios y Encuentros en todo el mundo.
Conferenciante, prologuista e invitado en seminarios, cursos de poesía, literatura y de ciencias sociales.
Fundador del Grupo Poético “Enero” (Madrid, 1969).
Consejero de la ASOCIACIÓN COLEGIAL ESCRITORES.



Miembro de:C.E.D.R.O.,

ASOCIACIÓN ANDALUZA DE CRITICOS LITERARIOS (CRÍTICOS DEL SUR),

COLEGIO NACIONAL DE DOCTORES Y LICENCIADOS EN CC.PP Y SOCIOLOGIA,
 ASOCIACIÓN CASTELLANO-MANCHEGA DE SOCIOLOGÍA,

ACADEMIA CERVANTINA DE GUANAJUATO (MÉXICO),

S.G.A.E.,

PEN CLUB DE ESPAÑA.
 
Libros de poesía publicados:
 HOMENAJE A NERUDA. Comunicación Literaria de Autores, Bilbao, 1973.

FUIMOS PAJAROS ROTOS. Ámbito Literario. Barcelona, 1980.

VIGÍA. Ediciones Papuras. Querétaro, México, 1997.

DE MORELIA CALLADA. Ediciones Rialp (Colección Adonáis) Madrid, 1997.

LOS JARDINES LATINOS. Ediciones Endimión, Madrid, 1998.

VERSOS DE AMANECER Y ACABAMIENTO. Ulises, Toledo, 1998.

INTIMA FRONTERA. Ediciones Torremozas (Los Cuadernos de Olalla),Madrid, 1999.

DESOLACIONES TARDIAS. Aristas de Cobre (Colección Off), Córdoba, 2000.

LAS BATALLAS DE OCTUBRE. Plaza & Janés (Debolsillo), Barcelona . 2002.

MUNDO MUDO (LA AVENTURA DE MANILA), Revista Hérmes, Toledo, 2004.

LEVE HISTORIA SIN TRENES. Ediciones del 3 de Agosto, Logroño, 2006.

CRÓNICA DE AVES (EL VIAJE A CHILE).Biblioteca CyH. Barcelona 2007.

LOS AFECTOS METÓDICOS. Visión, Madrid, 2008

CARTA DELA CAMPAN(i)A. Aebius, Madrid 2010.
 Antologias y Libros Colectivos



DE VARIA ESPAÑA. (Antología). Ediciones La Rana, Gobierno de Guanajuato, México, 1998.



Figura en SEGUNDA ANTOLOGIA DEL RESURGIMIENTO, Victor Pozanco. Ámbito Literario, Barcelona, 1980; CUATRO POETAS CONTEMPORANEOS DE ESPAÑA EN YASNAYA POLIANA (Ricardo Bellveser, Pedro J. de la Peña, Antonio Porpetta y M. Q. C.), IV Encuentro Internacional de Escritores de Yásnaya Poliana, Tula, Rusia, 1999, MUESTRA DE POESIA DEL SIGLO XXI, (Prometeo, Madrid, 2005) y libros colectivos .

Coautor del ensayo EL CURSO LITERARIO ESPAÑOL (Manuel Benavides, César Antonio

Molina y M, Q .C.). Ámbito Literario, Barcelona, 1978.

fuente: Manuel Quiroga en Club de Poesía-Poemas  
 


M.C...........


 








 




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