lunes, 23 de septiembre de 2013

Portugal y los judíos, por David Mandel



Por  David Mandel 

Hace un par de semanas estuvimos de paseo en Portugal, y vimos en casi todas las ciudades y pueblos que visitamos letreros que decían Calle de la Judería.


Al igual que España Portugal también desea beneficiarse del potencial turístico de su pasado judío.

No se sabe cuando llegaron los primeros judíos al Portugal. Es probable que algunos llegasen en los barcos fenicios antes de la era cristiana, o, siglos más tarde, con los romanos.
En los siglos 14 y 15 de la presente era se calcula que entre el 10% y el 20% de la población portuguesa era judía.
Los judíos vivían en sus propios barrios con sinagogas, hospitales, escuelas y otras instituciones, pero tenían completa libertad para viajar por donde quisieran.
Constituían la élite intelectual y económica del país. Eran médicos, astrónomos, tesoreros reales, recaudadores de impuestos y consejeros del rey.
Financiaban los viajes de exploración y realizaban descubrimientos científicos en los campos de matemáticas, medicina y cartografía.
En el año 1492 los Reyes Católicos expulsaron a los judíos de España (un tercio fue expulsado, un tercio fue convertido y un tercio fue asesinado).
150,000 judíos españoles llegaron al Portugal. El rey Juan II les permitió quedarse por ocho meses pagando un impuesto especial. A los que no lograron salir durante ese período se les declaró esclavos.
En 1493 el rey dio órdenes para separar a 700 niños judíos de sus padres y los envió a la recientemente descubierta isla de San Tome, frente a las costas de África.

En 1494 el Rey Manuel I, hijo de Juan II, subió al trono y pidió la mano de la princesa Isabel de España. Esta aceptó con la condición que Manuel debía expulsar a todos los judíos del Portugal.
El contrato matrimonial se firmó el 30 de noviembre de 1496, y, cinco días más tarde, el rey firmó un decreto donde daba plazo a los judíos a abandonar Portugal hasta octubre del año 1497.

El 19 de marzo de 1497, primer día de Pesaj, las autoridades ordenaron a los judíos a que traigan a sus niños, entre las edades de cuatro a catorce, a Lisboa. Allí informaron a los judíos que los niños serían entregados a familias católicas para que fuesen educados como buenos cristianos.
Algunos padres mataron a sus hijos y se suicidaron. Otros aceptaron la conversión para evitar la separación.
En octubre de 1497 cerca de 20,000 judíos llegaron a Lisboa para zarpar a otros países. Los congregaron en una fortaleza donde los curas les predicaron para que se conviertan. Algunos accedieron voluntariamente. Los otros fueron convertidos a la fuerza y declarados "Nuevos Cristianos".
En 1506 tres mil Nuevos Cristianos fueron linchados por la turba. A pedido popular el Papa Clemente VII instaló la Inquisición en Portugal, y el primer auto de fe se realizó en 1540.
Muchas de las familias convertidas, para escapar de la Inquisición, huyeron a Ámsterdam, a Salónica y al Nuevo Mundo. El último auto de fe se realizó en 1756, y la Inquisición fue disuelta en 1821.
A principios del siglo XIX, para combatir su decadencia económica, Portugal autorizó el regreso de judíos, que llegaron en números reducidos de Inglaterra, Marruecos y Gibraltar.
Durante la Segunda Guerra Mundial Portugal redimió su pasado antijudío dando refugio a más de 100,000 judíos que huían de los nazis. Después de la guerra casi todos ellos emigraron a Israel, Brasil, Canadá y los Estados Unidos.
Portugal e Israel establecieron relaciones diplomáticas en 1977.
 


fuente: Mi Enfoque #199, 29 de junio, 2007

1 comentario:

david dijo...

parece increíble por lo que tuvo que pasar la población judía,datos que son sacados de muchos libros de Historia de Universidades y Colegios en latinoamericana,..gracias José por estos aportes de Mandel lo que hace ampliar nuestra admiración por la descendencia de Jacob!