miércoles, 8 de julio de 2015

En la ciudad de Buenos Aires: Marchan hacia atrás para pedir justicia por la AMIA

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Cuatro columnas de veintiún jóvenes cada una, más uno que va al frente, Lucas, se llama. Son ochenta y cinco en total, ochenta y cinco susurros que se estrellan contra las paredes desnudas del salón, el sonido de los pasos hacia atrás, la marcha es como un temblor.

Ochenta y cinco es una enorme cantidad de gente. Es el número de víctimas del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), por eso son tantos los jóvenes que se han reunido en Parque Patricios para un ensayo de la Performance Urbana Antimarcha, ideada por el artista Mookie Tenembaum para recordar que han pasado ya 21 años desde aquel 18 de julio y renovar el pedido de verdad y justicia.

Hoy a las 12, todos ellos estarán encolumnados como ahora, llevarán una especie de pilotín celeste sin inscripciones ni consignas y marcharán hacia atrás-retrocederán en realidad- desde el Palacio de Justicia hasta el edificio de la Amia. Harán dos cuadras por Talcahuano, diez más por avenida Corrientes y uno doscientos cincuenta metros más por Pasteur hasta llegara al 633 en pleno mediodía porteño y sin ver donde dejarán caer sus pasos.

La acción será replicada en septiembre en Nueva York, en ocasión de la Asamblea de Naciones Unidas. El objetivo será el mismo, comenta Tenembaum: “pasar de un concepto a una acción visible”. Se camina para atrás porque la causa ha retrocedido. Porque, insiste el performer, “se puede vivir sin justicia pero no sin verdad y en un país en el que ha habido 30.000 desaparecidos no puedo creer que se haya vuelto a repetir esa crueldad de dejar a la gente sin verdad”.

“Cada uno tiene que tener las 85 biografías de las víctimas, para que sepa en los pies de quien va a caminar”, dice Tenembaum y el silencio que se percibe duele tanto como el frío. Todos son jóvenes, pertenecen a la generación de quienes no vivieron el atentado, quienes sólo han oído relatos sobre el mismo, porque -dice el performer- de ese modo podremos trasmitir esa vivencia. “Han pasado 21 años, ha pasado una generación completa y seguimos frente al único atentado de esta magnitud que no fue resuelto” enfatiza Tenembaum. Para él, algo de esta antimarcha se toca con la salida de los judíos de Egipto, que se evoca cada año en la pascua judía.

“Sin miedo”, se escucha a los guías decirles a los jóvenes en el ensayo, cuando los pasos parecen atolondrarse y las filas se desarman. 

“Con la mirada al frente”, repiten, pero las cabezas bajan para controlar el curso de los pasos.

No resulta sencillo caminar hacia atrás y es significativo que esta marcha invertida no pueda ser captada en una imagen fija. Para hacerla visible se necesita la acción, movimiento. De eso se trata la performance que el miércoles va a ser registrada por varias cámaras. Tenembaum, que trabaja sobre todo en obras conceptuales en torno de temas sociales y culturales, habla de la necesidad de visibilizar, hacer ver, por ello apela a las nuevas tecnologías y las redes sociales, a través de las que espera viralizar las capturas audiovisuales de la antimarcha.

“Yo en el atentado veo un acto antisemita, no un atentado contra la Argentina”, comenta el artista y habla de su intención de llevar la acción a otros lados, replicarla en diferentes países.

“Esta obra va a cambiar muchas cosas, va a ser una insignia”, sentencia ante los jóvenes que alzan los ojos y celebran con pequeños gestos esa sensación de “ser parte”. Se acomodan, se numeran y finalmente toman distancia, así como se hacía en la escuela, con el brazo extendido y apoyado en el hombro del que está delante. Esa es su única referencia, la confianza en que quienes están delante, detrás y a ambos lados. “Cada uno depende del otro y debe poder confiar en el otro, así es en la vida; uno no depende del país, sino de la persona que tiene enfrente”, apunta Tenembaum.

Cuando el grupo retrocede sonoramente -aún en el ensayo que continuó por las calles de Parque Patricios- hay algo en los movimientos, en ese andar sin ver, que inquieta, agita. “Cuando veamos esta marcha hacia atrás en la calle algo nos va a pasar a todos”, ha dicho el artista sin titubeos y ese “algo” hace pensar que así será.

OTRAS ACTIVIDADES POR LA MEMORIA

Entre el lunes 13 y el miércoles 15, el artista plástico Milo Lockett realizará un mural colectivo en el Espacio de Arte AMIA
(Pasteur 633).

El miércoles 15, la Sindicatura General de la Nación (Av. Corrientes 381) inaugura “Murales por la Memoria”, idea conjunta de esa institución y la AMIA.

En el CC Recoleta (Junín 1930) ya inauguró la instalación “Carro de la Memoria”, de Jorge Caterbetti, que armó un carro de madera que soporta cajas con los larguísimos expedientes de la causa judicial.

También en el Centro Cultural Recoleta se expone “Memoria Ilustrada”, del colectivo Buenos Aires Stencil, centrada en el pedido de Justicia y el esclarecimiento del atentado.
 07 July 2015 
 AGENCIA DE NOTICIAS ENLACE JUDÍO MÉXICO
Fuente: cciu.org.uy

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